
En este sábado, posterior a la Solemnidad del Sagrado Corazón, recordamos el Inmaculado Corazón de María.
Aprovechemos para renovar todos los buenos propósitos de nuestra vida espiritual, colocar a sus pies nuestras miserias pidiéndole perdón por nuestras ofensas y que nos transforme a imagen de su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo.
Que Dios los bendiga.