
Queridos amigos:
Ayer hemos culminado de predicar ejercicios espirituales para mujeres, como acostumbramos antes del Miércoles de Ceniza.
Damos gracias a Dios, pues han sido unas 13 ejercitantes y una asistente, que con mucho sacrificio y aún más caridad nos ayudó en atender a las necesidades de estas mujeres, que heroicamente buscaron a Dios en el silencio y el recogimiento.
Les pedimos que recen por ellas, para que puedan hacer buenos propósitos y para que perseveren en ellos, y así, dar gloria a Dios imitando a Nuestro Señor Jesucristo en docilidad a lo que les inspire el Espíritu Santo.
Que Dios los bendiga a todos.