Hoy nos toca festejar el Santísimo Nombre de Jesús y prepararnos para la Epifanía del Señor, el Día de Reyes. Que Dios nos conceda abrir nuestros corazones para permitir que Cristo entre en ellos y así nuestras pequeñas obras temporales sean realmente sus grandes obras de eternidad.

«Imita al Verbo Encarnado, que quiso venir al mundo y habitar en el seno de María durante nueve meses» (Constituciones, 87). Que esta sea nuestra consigna para este nuevo año que inicia. ¡Feliz y santo 2022!
