Santiago, Apóstol glorioso
De la España esclarecida
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón piadoso.
Al punto que habéis oído
A Jesús que os ha llamado,
Del mar del mundo arriesgado,
Las redes echáis a olvido:
A su interés engañoso
Disteis pronta despedida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón piadoso.
Viendo que de celo lleno,
Serías Rayo inflamado,
Y Jesús os dio el señalado
Título de hijo del Trueno:
De nombre tan misterioso
Se vio la verdad cumplida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón piadoso.
El secreto os confió,
Señal de su amor bien fija,
Cuando a la difunta hija
De Jairo resucitó:
Así premia amoroso
Vuestra lealtad conocida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón piadoso.
Cuando en el Tabor notoria
Hizo su inmensa grandeza,
Parte quiso su fineza
Daros en aquella gloria:
Para todo lance honroso
Su dignación os convida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón piadoso.
De su agonía en el Huerto,
Por testigo os ha escogido,
Siendo, estando Vos dormido,
Su amor con Vos más despierto:
No hay sudor, ni afán penoso,
Que de estimaros le impida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón piadoso.
Digno vuestro valor fue
De que os fiase la hazaña
De conquistar toda España,
Para el reino de la Fe:
Dejasteis, Rayo fogoso,
La gentilidad rendida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón piadoso.
Por premiar vuestros desvelos
Desde Jerusalén fina
Vino a España peregrina
La Emperatriz de los Cielos:
Templo le hicisteis famoso,
Que acredita su venida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón piadoso.
Después de tanta proeza,
De los Apóstoles fuisteis
El primero que ofrecisteis
Por la Fe vuestra cabeza:
Llevais en esto dichoso
Primacía distinguida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón piadoso.
Vivo siempre en la caricia
Con que la quereis honrar,
Muerto ya, le volvió a dar
Vuestro cuerpo alma a Galicia:
No hay con honor tan glorioso,
Nacíón más engrandecida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón piadoso.
Santiago, Apóstol glorioso
De la España esclarecida
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón piadoso.
Antífona: Oh Bienaventurado Apóstol, que escogido entre los primeros fuiste el primero de los Apóstoles que mereciste beber el Cáliz del Señor. Oh glorioso reino de España, fortalecido con tal Patrón, y enriquecido con la prenda de su Santo Cuerpo, por cuya intercesión te hizo tan grandes favores el Todopoderoso.
℣. Ruega por nosotros, Bienaventurado Santiago.
℟. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.