Santo del día:

29 de junio
San Pedro, apóstol.

Queridos amigos del monasterio:

El Martirologio Romano, lo hemos colocado en la entrada anterior. Por ello les compartimos otro escrito de la familia religiosa.

Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo

Señala el derecho propio que “en nuestros Institutos deben celebrarse como corresponde las grandes solemnidades, en especial… los días de los Apóstoles…”[1]. Y si esto se dice de todos los Apóstoles con más razón vale para los Príncipes de los Apóstoles.
 
En este contexto de gran solemnidad y fiesta queremos honrar a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo recordando las palabras que escribiera San Juan Pablo II en su encíclica Ut Unum Sint: “[Pedro] Por un misterioso designio de la Providencia, termina en Roma su camino en el seguimiento de Jesús y en Roma da esta prueba máxima de amor y de fidelidad. También en Roma Pablo, el Apóstol de las Gentes, da el testimonio supremo. La Iglesia de Roma se convertía así en la Iglesia de Pedro y de Pablo.
 
[…] Es importante notar cómo la debilidad de Pedro y de Pablo manifiesta que la Iglesia se fundamenta sobre la potencia infinita de la gracia[2]. Pedro, poco después de su investidura, es reprendido con severidad por Cristo que le dice: ¡Escándalo eres para mí![3]. ¿Cómo no ver en la misericordia que Pedro necesita una relación con el ministerio de aquella misericordia que él experimenta primero? Igualmente, renegará tres veces de Jesús. El Evangelio de Juan señala además que Pedro recibe el encargo de apacentar el rebaño en una triple profesión de amor[4] que se corresponde con su triple traición[5]. Por su parte Lucas, en la palabra de Cristo que ya he citado, a la cual unirá la primera tradición en un intento por describir la misión de Pedro, insiste en el hecho de que deberá confirmar a sus hermanos cuando haya vuelto[6].

En cuanto a Pablo, puede concluir la descripción de su ministerio con la desconcertante afirmación que ha recibido de los labios del Señor: Mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza y puede pues exclamar: Cuando estoy débil, entonces es cuando soy fuerte[7]. Esta es una característica fundamental de la experiencia cristiana.
 
Heredero de la misión de Pedro, en la Iglesia fecundada por la sangre de los príncipes de los Apóstoles, el Obispo de Roma ejerce un ministerio que tiene su origen en la multiforme misericordia de Dios, que convierte los corazones e infunde la fuerza de la gracia allí donde el discípulo prueba el sabor amargo de su debilidad y de su miseria. La autoridad propia de este ministerio está toda ella al servicio del designio misericordioso de Dios y debe ser siempre considerada en este sentido. Su poder se explica así”[8].
 
Renovando nuestro amor y gratitud al Santo Padre rezamos por su salud e intenciones a la vez que pedimos a los Santos Pedro y Pablo le asistan en la magna tarea de presidir en la verdad y en el amor para que la barca no sea sacudida por las tempestades y navegue segura hasta el puerto definitivo de la salvación.

¡Muy feliz día de los Santos Pedro y Pablo para todos!
 
Instituto del Verbo Encarnado
29 de junio de 2023


[1] Directorio de Espiritualidad, 212.
[2] Cf. Mt 16,17; 2 Co 12,7-10.
[3] Mt 16,23.
[4] Cf. 21,15-17.
[5] Cf. 13,38.
[6] Cf. Lc 22,32.
[7] 2 Co 12,9-10.
[8] 91-92.

Pidámosle a la Santísima Virgen María que estos ejemplos nos animen a gustar y vivir con plenitud la Vida de la Gracia.

Que Dios los bendiga.

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